Descripción [editar]Hidan es alto, con los ojos de color violeta, y el pelo grisáceo peinado hacia atrás. Lleva el atuendo rojo y negro de
Akatsuki, aunque visiblemente holgado, revelando su pecho. Lleva un colgante con un círculo con un triángulo inscrito, relacionado con sus creencias.
Su protector es similar al de la
Aldea Oculta de la Lluvia, pero sólo consta de tres rayas que no son verticales y rectas como las de aquella aldea, sino inclinadas y curvadas, por lo que su procedencia aún es desconocida.
Posee una
inmortalidad en apariencia absoluta. Aunque le corten la cabeza, le atraviesen el corazón, o lo desmiembren, él sigue vivo, aunque es incapaz de recomponerse sin ayuda de otro. Es un fanático de la ficticia religión de
Jashin, cuyo precepto es la
Masacre Total.
Su arma es una gran
guadaña de tres hojas cuyo mango puede alargar, aunque reconoce que su ataque es uno de los más lentos de
Akatsuki. Sin embargo, el ataque principal de
Hidan es mucho más elaborado. Una vez que consigue herir a su oponente, toma unas gotas de la sangre de éste de su guadaña, y empieza un ritual de sacrificio relativo a su religión, con el que maldice a su enemigo. Para ello, dibuja en el suelo un círculo con un triángulo inscrito, con su propia sangre, y su piel cambia de aspecto, volviéndose blanca y negra, y dándole un aspecto que recuerda vagamente a un esqueleto. Mientras
Hidan esté dentro del círculo, cualquier daño que se haga a sí mismo o que otro le haga, se refleja automáticamente en aquel a quien maldijo al beber su sangre. Puesto que
Hidan no puede morir por mucho daño que se realice en su propio cuerpo, puede conseguir con esto la muerte de cualquiera, generalmente atravesando su propio corazón, aunque a veces prefiere jugar con su presa, hiriéndose antes en otros puntos.
Saca de quicio a su compañero con sus rezos y largos rituales. Alardea a menudo y se las da de fuerte, incluso con
el líder. Habla sin parar, y es muy impulsivo y descuidado, como
Kakuzu le recuerda continuamente.
Historia [editar]Aparece por primera vez en el capítulo 312 del
manga (aunque hay un primer vistazo de él en el capítulo 238 del
manga, y en el episodio 135 del
anime). En ese momento, él y su compañero,
Kakuzu, son los encargados de capturar al
Bijū de dos colas,
nibi, que se encuentra en el cuerpo de una chica de la
Aldea Oculta de las Nubes. Tras derrotarla,
Zetsu aparece y se lleva el cuerpo.
A continuación, van a un monasterio budista en el País del Fuego, donde está el monje
Chiriku, por cuya captura piensan conseguir una gran recompensa en el mercado negro. Aunque a
Hidan lo único que le interesa es el sacrificio de este poderoso guerrero. Cuando han destruido el lugar y matado a
Chiriku, entregan el cuerpo para cobrar la recompensa, y al salir al exterior del edificio se encuentran con
Asuma,
Shikamaru,
Kotetsu Hagane e
Izumo Kamizuki.
Kakuzu se mantiene al margen por petición de Hidan en la pelea siguiente. En el transcurso de esta, consigue maldecir al primero , aunque cuando está a punto de matarle, Shikamaru le saca del círculo y
Asuma le corta la cabeza. Para sorpresa de todos,
Kakuzu se la cose al cuello de nuevo, y él sigue con su sacrificio, matando finalmente a
Asuma. Poco después han de irse porque va a empezar el sellado de
Sanbi, y posteriormente la extracción del
Bijū de dos colas.
Tras esto, se vuelven a encontrar con
Shikamaru,
Ino,
Chōji y
Kakashi. En el transcurso del combate,
Shikamaru aparta a
Hidan de
Kakuzu con su técnica de sombras, para llevarlo a una zona preparada por él. Allí él le hiere y con la sangre tomada empieza su ritual. Sin embargo, al poco se descubre que es una treta para que mate a
Kakuzu, o al menos a uno de sus corazones, puesto que la sangre en la guadaña de
Hidan es la que
Kakashi había tomado al otro miembro de
Akatsuki al principio de la pelea. De esta forma,
Kakuzu pierde otro de sus corazones.
Después,
Shikamaru le atrapa en una maraña de cables con sellos explosivos, y justo debajo de él se abre un agujero muy profundo preparado también por el
chuunin antes. Hace explotar a
Hidan, rompiendo su cuerpo en varias partes, que caen al fondo del agujero. El miembro de
Akatsuki sigue vivo aún así, pero dado que no puede recomponerse a sí mismo,
Shikamaru le sepulta bajo toneladas de piedras mientras Hidan le sigue amenazando. Se menciona que a ese bosque sólo tiene acceso el clan Nara, al que pertenece
Shikamaru, y que éste (y sus descendientes) se encargarán de vigilar su tumba por siempre, asegurándose de que esté allí, vivo, pero enterrado eternamente (capítulo 339).